TRIUNFOS PARCIALES

LO QUE SE OBTUVO
Después de la aprobación de los 7 dictámenes sobre la reforma energética, se ha iniciado la discusión sobre los resultados de la misma, manejándose las vertientes de si fue un triunfo o fue una derrota.
Incluso en el seno del grupo de profesionales, técnicos e intelectuales que asesoraron al FAP, existe esta polémica. Una parte argumenta que finalmente la privatización quedó en letras chiquitas y en la parte correspondiente a los contratos en bloque, por lo tanto fue una derrota. Otra parte argumenta que las iniciativas de Calderón y Beltrones que eran completamente entreguistas al capital privado extranjero y nacional, fueron frenadas en su mayor parte y aunque no se validó, por parte del legislativo, la propuesta de los asesores del FAP, parte de sus considerandos fueron incluidos en la propuesta final energética, por lo cual debe considerarse, aunque pequeño, un triunfo de la movilización social en defensa del petróleo.
Dentro del contexto de los derrotistas entre los que están Manuel Bartlett y el articulista Alejandro Nadal, se plantea incluso que el movimiento social en defensa del petróleo, el FAP y sus asesores contra la privatización, cayeron en una trampa preparada por Calderón, y que el debate se delimitó con anterioridad por el gobierno en los términos de que sólo se le cambiara el régimen legal anacrónico y se mantuviese el régimen confiscatorio por parte de Hacienda; en resumen, dicen que se cayó en una trampa política articulada por el gobierno.
Aceptar esto último sería darle capacidad de discernimiento a Calderón, que en la práctica ha demostrado que no tiene; sinceramente avalar que Calderón y su grupo de secretarios dijeran: propongamos la reforma energética articulada solamente alrededor del petróleo, seguramente las fuerzas de izquierda la refutaran y hasta tomarán las tribunas legislativas, con la trampa puesta los forzamos a debatir lo que nosotros con antelación ya decidimos y al final se aprueba nuestra propuesta privatizadora. Lo anterior por la capacidad intelectual de nuestros gobernantes sólo sería posible en una novela terrorífica de ciencia ficción.
Realmente los foros de discusión se abrieron por la presión social ejercida por el movimiento en defensa del petróleo, articulada entre los legisladores nacionalistas del FAP y las fuerzas democrático-nacionalistas de la población civil. Que el debate se limitara en los términos que se desarrolló, se debió a que las fuerzas reaccionarias de la derecha, extranjeras y del país también ejercieron presión pero en la dirección de privatizar PEMEX. Y no son cualquier cosa, recuerden que a nivel internacional esas fuerzas invadieron y tienen sometido a Irak, para robarle sus recursos naturales de hidrocarburos. Así que, si en México el movimiento social nacionalista logro frenar esas fuerzas, eso en sí, ya es un triunfo.
En la reforma, aprobada se evitó otorgar refinerías a manos de particulares como la Exxon, la Texaco o la Shell, esto en sí, ya es un triunfo.
Antes de la aprobación por parte de la Cámara de Diputados de la reforma, López Obrador logró concertar una audiencia pública en la Cámara baja para ser escuchado, ingresó al recinto legislativo sin escolta de guardias presidenciales y habló ante la tribuna de la cámara por 40 minutos. Esto Calderón no se atreve ni a pensarlo, esto en sí, ya es un triunfo.
Se han realizado asambleas informativas masivas en pocos días y votaciones directas y secretas de más de 17,000 personas en menos de 2 horas, gracias a la organización social ya existente y que no se atemoriza en manifestarse públicamente. Esto en sí, ya es un triunfo.
La clase gobernante y política del país, que ansiaba la privatización de PEMEX, como los Calderón, los Labastida, los Beltrones, los Muriño (finado), los Kessel, los Reyes Heroles y sus comparsas los chuchos como los Graco, los Navarrete, etc., al verse derrotados, inmediatamente dijeron ante los medios de comunicación, que se había aprobado la iniciativa que ellos habían propuesto, para evitar verse ante la opinión pública como lo inoperante que son.
En fin, en política no sólo existe triunfo o derrota, blanco o negro, sino una amplia gama de tonos grises, que es a las que debemos referirnos.
El capital especulatorio neoliberalista internacional, no tiene país de origen, no tiene patria ni identidad nacional, pero tiene agentes criollos en todos los países (como los Calderón y los Beltrones y sus respectivas compañías), que quieren adueñarse de los recursos naturales renovables y no renovables de los países pobres, para acrecentar sus ganancias y riqueza. A esas fuerzas enfrentamos, a esas fuerzas frenamos, y eso en suma, ya es un triunfo.
Además el mundo esta cambiando radicalmente de un día para otro, más con la caída de las teorías económicas de que las fuerzas del mercado se autorregulan y que son las únicas que pueden proporcionar satisfactores sociales a toda la población, esto también es un triunfo.
POLITÉCNICOS EN DEFENSA DEL PETRÓLEO Noviembre 2008
http://polidefensapemex.blogspot.com,