CAPACIDAD DE LA POBLACIÓN, INCAPACIDAD DEL DIRECTOR DE PEMEX.
La semana pasada, el miércoles 4 de junio, el gris director general de PEMEX arremetió por orden del Ejecutivo Federal, contra la consulta pública que se va a realizar el día 27 de julio del presente año, en el Distrito Federal y en varios Estados y municipios del interior de la República, bajo el amparo del Art. 26 Constitucional en su párrafo tercero.
Su declaración sostiene que la población mexicana, no debe ser consultada, porque no tiene la capacidad para opinar sobre la reforma energética; que en los países donde existe la figura legal de la consulta, se aplica cuando “la ciudadanía tiene una comprensión muy completa sobre el concepto a opinar”.
A quien debemos llamar neófito es a éste gris personaje, que no sabe que el Art. 27 en su párrafo tercero de la Constitución, estipula que “La Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público…”. Lo anterior lo saben muy bien los mexicanos por eso se oponen a la reforma energética planteada por Felipe Calderón.
Pero que podíamos esperar de éste sujeto, que como socio fundador del grupo StructurA, solamente ha dedicado esa consultoría al cabildeo gubernamental y/o legislativo y que entre sus logros destaca “Impedir las modificaciones de diversas leyes en el país que hubieran significado para nuestros clientes del sector privado severos retrocesos para su esquema de negocios en México”. Lo anterior sólo significa que es un cancerbero al servicio de los intereses privados extranjeros y nacionales, contrario a los intereses del pueblo mexicano. Por eso lo puso a cabildear Felipe Calderón desde la misma dirección general de Petróleos Mexicanos.
Es cierto que los mexicanos no tienen porque saber a detalle el proceso integro de transferencia de la extensa cadena productiva de PEMEX. No tienen porque saber como se estiman las reservas, qué tecnología se utiliza en la extracción de hidrocarburos en tierra o en mar; cuales son las plantas de procesamiento de una refinería, o una petroquímica. Para eso el pueblo de México vía impuestos paga, y paga muy bien con exorbitantes salarios, a los responsables de administrar esos bienes públicos.
Sin embargo esos “responsables capaces”, deliberadamente o por ineptitud, han omitido durante 3 décadas las labores de planeación que les corresponden, especialmente en el área del desarrollo energético del país. Se esta tirando el dinero en mantener una alta burocracia que cobra como si supiera. Por otro lado, el dinero presupuestado para gastos de estudios tecnológicos y científicos que tienen que ver con el futuro, vía CONACYT, no se ejercen porque no se tiene planeado que hacer. Esto, en resumen, es la situación actual de los grandes iluminados, como el director general de PEMEX, que tenemos al frente en la conducción del país.
Hemos tenido destacadas luminarias formadas en universidades privadas gringas. Para nombrar un solo ejemplo, la primera generación de estadounidenses nacidos en México dio grandes figuras en la política nacional, como Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. El primero destacó por su inteligencia logrando engañar y amedrentar al pueblo mexicano en 1994 para que votara por Zedillo, quien inició su sexenio con una crisis económica de la cual a la fecha no logramos reponernos
No necesitamos grandes inteligencias ni personajes muy estudiados que se preparan con el dinero del pueblo mexicano en Universidades extranjeras y regresan para aplastarlo, poniéndose al servicio de los extranjeros. Necesitamos personajes sencillos, con sensibilidad política, como Lázaro Cárdenas del Río, que ni siquiera tuvo estudios superiores, pero supo qué hacer en el momento oportuno para darle futuro a los mexicanos.
También lo saben muy bien los mexicanos, que el deterioro político y económico se ha venido acrecentando desde que el primer tecnócrata neoliberal ocupó la presidencia de la República, Miguel de la Madrid; que solamente ha significado un enriquecimiento insultante de muy pocos, frente a la miseria extrema de mas de 40 millones de compatriotas.
Los mexicanos sabemos que es urgente la Reforma Energética en nuestro país, pero no privatizando Petróleos Mexicanos en beneficio de los grandes ricos extranjeros y nacionales, sino mediante un programa político-económico, que utilice las utilidades de la venta de materia prima, de productos petrolíferos y de productos petroquímicos como una palanca de desarrollo de la Nación y de que por fin, la renta petrolera sirva para el bienestar de todos los connacionales.
Por eso debe realizarse la consulta, porque es obsoleta la democracia representativa que se nos ha impuesto, es necesario impulsar la democracia participativa.
Es falso lo que afirma Reyes Heroles González Garza, al decir que el pueblo no esta preparado, ya que existen más de 6 millones de profesionistas titulados y otro tanto no titulados pero si con la preparación, además existen 23.4 millones de usuarios de Internet que tienen la capacidad de investigarlo todo. Ante esta nueva realidad de los mexicanos, debemos de descargar la enorme responsabilidad que gravita en los ya cansados legisladores y abrir un debate en serio entre gente lúcida que en realidad tenga que aportar al futuro del país.
Los mexicanos sabemos como se conducen los representantes de las Cámaras, el Ejecutivo y la Suprema Corte, que nunca han aguantado un cañonazo de dinero, parafraseando a Álvaro Obregón, de parte de los detentadores del poder económico. Ahí esta el ejemplo de Ernesto Zedillo que privatizó los ferrocarriles y ahora es ejecutivo de un consorcio ferroviario gringo, o el anterior Secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, que ahora es representante de una telefónica española; y así, un sin fin de ejemplos.
De no haberse tomado las tribunas de las Cámaras, en estos momentos ya hubiesen privatizado PEMEX; recordémosles que están como representantes populares para servicio de los intereses de los mexicanos, pero que al fin de cuentas como se expresa en el Art. 39 Constitucional “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el Pueblo, todo poder público dimana del Pueblo y se instituye para beneficio de éste. El Pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de gobierno”.
¡NO DEBEMOS DEJAR EN MANOS DE CORRUPTOS DECISIONES TAN IMPORTANTES Y TRASCENDENTES!
¡TODOS A LA CONSULTA PÚBLICA Y POPULAR!
¡POR UNA REFORMA ENERGÉTICA QUE LIBERE A PEMEX DE LA CORRUPCION ADMINISTRATIVA!
¡POR UNA REFORMA ENERGÉTICA QUE LIBERE A PEMEX DE LA CORRUPCION DE LA CÚPULA SINDICAL!
Politécnicos en defensa del petróleo.
Junio de 2008.
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