Aquellos burócratas que atentaron contra nuestro trabajo –Calderòn, Lozano, Càmara de Diputados- nunca pensaron que lo hacían contra nuestra vida. No saben que el hombre que se decide a trabajar para ganarse la vida, renuncia a la violencia, escoge el camino pacífico para vivir mientras la sociedad le de oportunidades. Recordemos que el recurso primario de la supervivencia fue la caceria, y esta por su naturaleza es violenta.
Los mexicanos tenemos un profundo amor por el trabajo que proviene nuestros ancestros, tenemos una alta calificación por la calidad de nuestro trabajo a nivel internacional.
Por su vocaciòn por el trabajo, el pueblo mexicano es pacifista. No se puede crear, desarrollar y disfrutar un trabajo en un clima de guerra. De no tener certeza en la capacidad transformadora de su trabajo, millones de mexicanos que hoy pueblan los EUA, no habrìan emigrado.
Sin embargo 30 años de crisis, cero crecimiento econòmico, entrega del patrimonio nacional al extranjero, fraude electoral, manipulación mediática, más impuestos, más hambre, desempleo, represión, política, a quienes luchamos, por los intereses de la nación, han provocado la tolerancia del mexicano se haya distendido hasta reventar. No hay garantías para el trabajo, por lo tanto no hay garantías para la paz social, lo que significa que el gobierno actual no le sirve a la Constitución Polìtica Mexicana.
El amor por el trabajo no es de ninguna manera lo que los burócratas imaginan: Los burócratas nacen, engordan y se jubilan, siempre protegidos por sus parientes que hicieron lo mismo. Para el burócrata exitoso, sus logros devienen en su capacidad de agacharse y arrastrarse. No tienen dignidad por su persona, mucho menos podrán luchar por su materia de trabajo y el patrimonio nacional.
Los burócratas no conocen el hambre, no conocen el peligro nunca han arriesgado sus vidas para brindar un servicio productivo. Nunca han visto en peligro su propia existencia, creen gobernar desde su escritorio, creen poder desaparecer la resistencia obrera con un decreto.
El trabajador productivo, aquel que no requiere agacharse, porque con lo que hace, asegura el buen funcionamiento de su industria, al enfrentar el peligro de vida en el trabajo, crea sindicatos, como el SME, como los mineros de Cananea, producto de una necesidad social de preservar la vida y la seguridad.
La construcciòn del SME en el curso de la Revoluciòn 1910-1917, fue resultado de la acciòn social que aportò el pacto polìtico plasmado en el Artìculo 123 Constitucional; el cual en conjunto con el Artìculo 27, son la base de la paz social post-revolucionaria.
La contrarrevolución emprendida por Salinas al trangredir el Artìculo 27 Constitucional, tiene continuidad con los acuerdos firmados por Fox en el marco del ASPAN y con la reforma petrolera entreguista de Calderòn. Sin embargo la entrega del Patrimonio Nacional no podrìa tener èxito sin acallar las voces inconformes, y sus organizaciones sociales. En este contexto se decide la represiòn polìtica para desaparecer al SME, y con esto abrir el paso a las empresas extranjeras que vienen por el botìn de la fibra òptica.
La Presidencia, el IFE, la Suprema Corte de Justicia de la Naciòn, la Càmara de Diputados, la Secretarìa del Trabajo y muchas instituciones màs se han volcado para agredir los intereses del pueblo trabajador que con sus impuestos mantiene esa clase parasitaria.
Es insoportable la embestida del gobierno panista, pero recuerden que estar en el gobierno no es gobernar:
Se impone la Resistencia Civil.- ya la negativa al registro de celulares puso en ridìculo a Senadores y a la Cofetel.
Se retira el Ejèrcito de Juàrez.- Contra lo dicho por Calderòn ya los militares se retiran de Juàrez, sòlo porque los soldados gringos toman posiciones al costado de la frontera.
La tropa se niega a combatir.- Elementos de ejèrcito federal tardaron tres horas para recorrer cuatro cuadras cuando supuestos narcos incendiaron la iglesia de Pràxedis Guerrero, en Chihuahua.
Atràs quedaron los tiempos en que el gobierno llamaba a la población a apretarse el cinturón, en aras de un Pacto de Solidaridad, con la promesa de que ya mero saliamos de la crisis. Atràs quedaron los tiempos en que el pueblo aguantaba en paz los recortes sucesivos al presupuesto y los salarios de miseria. La farsa de los salarios mìnimos “legales” tronò en Ciudad Juàrez, nadie trabaja por los 500 pesos a la semana que ofrecen las maquiladoras, prefieren los 1,600 que paga el narco, màs el poder de las armas y consigo la capacidad de someter a patrones y gobernantes.
La realidad rebasò al Estado y ahora el gobierno panista busca imponer soluciones violentas, cuando en èse campo esta perdiendo la guerra.
Las soluciones pacìficas y civilizadas como las que el SME plantea son fundamentales para la reconstrucción de la paz social en el Paìs. Calderòn dice que en Juàrez hay que reconstruir el tejido social. Sin embargo èsto solamente se puede lograr ofreciendo a la población trabajo bien remunerado, no solamente en Juàrez, sino en todo el Paìs, de otra manera la violencia seguirà extendièndose por todo el territorio sin que nadie pueda detenerla.
EXIGIMOS:
¡RESTITUCIÒN DE LA FUENTE DE TRABAJO A LOS ELECTRICISTAS DEL SME!
¡CANCELACIÒN DE LA CONCESIÒN A GRUPO MÈXICO Y LA REANUDACIÒN DE LA PRODUCCIÒN EN CANANEA!
¡ALTO A LA REPRESIÒN A LOS PETROLEROS DE LA UNTYPP!
¡LA DESTITUCIÒN DE LOZANO!
¡LA ACTIVACIÒN DE LA ECONOMÌA NACIONAL Y LA CREACIÒN DE EMPLEOS QUE DEMANDA EL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÒN!
Politécnicos en Defensa del Petróleo. Mayo 2010. http://polidefensapemex.blogspot.com,
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